Soliloquio de un representante de la fuerza del Estado donde no había Estado
Yo estuve en la segunda toma a Gutiérrez, fui policía hasta 1993. En el 92 los guerrilleros actuaban en el pueblo, todos los papeles los tenían en regla y andaban por ahí sin problemas. Ellos hacían inteligencia, hablaban con la gente. Nos identificaron a todos los policías y una noche se metieron y cogieron a bala nuestras casas. Dispararon contra mi casa con violencia y furia, allí estaba mi esposa. Todavía están las marcas de las balas en la puerta y en la fachada.
Solo me capturaron a mí y a un compañero, los otros cinco se escaparon, se volaron por las tapas. Intenté escaparme pero me atraparon. La toma empezó a las 12 de la noche y a las 3 de la mañana me llevó la guerrilla. Salimos del pueblo en bolivariano.
Intentaron robarse plata del banco pero no lo lograron. El bus nos llevó hasta San Antonio, luego caminamos hasta la vereda de Rio Chiquito, ellos llevaban a un guerrillero herido. Mi compañero y yo estábamos secuestrados. Muchos nos dieron por muertos. Me contaron que las Farc estuvieron en el pueblo seis meses. Seis meses estuvieron aquí impartiendo su ley. Mi sobrino dijo que una vez vio a alias Romaña dando órdenes desde la montaña encima de su caballo blanco.
Uno no sabe qué se ha acordado, Si alguien quiere la paz pues que se prepare para la guerra. A pesar de que yo no sé muy bien voy a votar por el no, estoy decidido ¡No, no y no! Esa gente hizo mucho daño. No se ha informado bien a la gente, yo he ido a preguntarles a las personas del pueblo y no saben qué es el plebiscito.
Víctor Manuel Castro
Policía (r) secuestrado por las Farc en la segunda toma a Gutiérrez