Soliloquios de la guerra

conversaciones con uno mismo pronunciadas en voz alta

Texto y fotografías por Santiago Ramírez Baquero

Información precisa no ha llegado a todas las víctimas. Cuando uno les pregunta ¿qué opinan del plebiscito? Muchas veces las respuestas son: “no sabemos”, “¿qué es el plebiscito?”, “¿nos explica qué es eso, por favor?”. Entonces es preocupante que las personas que han sufrido directamente la guerra no conocen bien lo que se ha acordado. Y parece más bien que se encuentran directamente mediados por discursos políticos que siguen manteniendo vivos.

Perdonar es muy difícil. Y eso se refleja en que la mayoría de respuestas sean “no”. Hay personas que tienen miedo de decir su nombre, de decir de donde vienen, aunque sus rasgos digan a gritos la región de donde seguramente son.

Un buen argumento para demostrar que el plebiscito se ha politizado es mostrar los marcos cognitivos que reproducen algunas víctimas, marcos que ellos adoptan del político que mandó al ejército, de las palabras de sus líderes que también sufrieron la guerra. Lo que se esperaba en un principio que fuera un proceso para detener la guerra con uno de los actores del conflicto se ha convertido en una especie de guerra política electoral.

El soliloquio es una conversación que la persona tiene consigo misma. Allí proyecta pensamientos, ideas, recuerdos y emociones. Los siguientes cuatro soliloquios son palabras en las que a partir del ejercicio de la entrevista se intenta dibujar esa conversación íntima. Esa conversación que parece que nadie más puede escuchar. No todos dijeron su nombre, tienen miedo o se sienten vulnerables. Los que sí lo hicieron contaron lo difícil que es perdonar. Pero creo que la paz también se trata de eso.