Soliloquio de alguien que viene de lejos
Vengo de lejos, de repente lejos es un lugar. No le quiero decir esto a nadie, no me gusta decir mi nombre. Todavía me da miedo hablar, porque uno no sabe que pueda aparecer por ahí en televisión o que le reconozcan a uno la voz. Con que a mí me escuchen la voz ya me reconocen. Eso es algo delicado, no todo el mundo se atreve a hablar de eso. Me ilusiono siempre imaginando que me llega un incentivo económico, hay gente que hasta se queda esperando una casa gratis de las que da el gobierno.
Por aquí hay muchos que se hacen pasar por víctimas, y a esos muchas veces los atienden y todo y uno aquí esperando. Puedo jurar que viene gente y se termina buscando un pueblo e inventándose una masacre para poder acceder al programa de víctimas.
¿Para qué recordarlo si eso ya pasó? Yo no quiero recordar nada, voy a enterrar mi pasado porque tengo miedo. Eso a nadie le interesa y eso que pasó no se puede cambiar. Eso ya quedó así. A mí me parece que eso de recordar no sirve para nada. Yo quiero incentivos que de verdad reparen.
¿Qué será eso del plebiscito? Yo no sé qué será eso, escucho a veces cosas por ahí en la televisión o en la radio pero yo no sé concretamente qué significa eso o qué es o cómo se come. Pero eso sin duda alguna lo que está haciendo el gobierno es que está negociando con esos criminales y les va a dar un poco de beneficios. Eso es más o menos lo que yo entiendo por plebiscito, porque no sé mucho.
Anónimo
Unidad de Víctimas